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Fobias Simples o Específicas. Síntomas, tipos y tratamiento.

Las Fobias simples son muy frecuentes en la población

Las fobias simples son, posiblemente, una de las patología mentales más frecuentes, pues se cree que las pueden padecer hasta una de cada diez personas en el mundo. Si bien no revisten excesiva gravedad, en ocasiones, pueden llegar a ser muy invalidantes.

Fobia. Definición. Significado.

La palabra fobia deriva del griego “phobos”  y etimológicamente está relacionada con el miedo o el temor. En la mitología griega Phobos o Pánico era un personaje estrechamente vinculado con el miedo. Era hijo de Afrodita, la diosa del amor y de Ares, el dios de la guerra y la violencia.

En el diccionario la acepción que se da a la palabra fobia es la un miedo intenso, irracional y desproporcionado hacia una situación, una cosa o una persona. Con carácter figurado puede significar la antipatía o el odio hacia alguien o hacia algo.

Las fobias simples son conocidas desde la Antigüedad
Mosaico de Phobos en el museo Británico.

¿Qué son las fobias?

En psicología la palabra fobia se utiliza para referirse a un trastorno de ansiedad, caracterizado por el miedo intenso, desproporcionado e irracional que aparece ante personas, objetos o situaciones. Dentro de los trastornos fóbicos de ansiedad se distinguen dos grandes grupos.

El primero está formado por las fobias simples o específicas, que veremos a continuación. En el segundo grupo está la fobia social o Trastorno de Ansiedad Social, que se verá en otro tema.

La agorafobia es otro trastorno de ansiedad que aunque comparte rasgos en común con las fobias se considera como un cuadro aparte y merece ser visto en detalle en otro apartado.

Fobias simples. Concepto.

¿Qué son las fobias simples? Las fobias simples, también conocidas como fobias específicas, son un trastorno de ansiedad, que se caracteriza por un miedo exagerado e irracional ante una situación, un animal o un objeto. El miedo no está justificado por el peligro real existente.

Este temor o miedo exagerado suele ir acompañado de una intensa reacción del sistema nervioso vegetativo y aparecen síntomas como palpitaciones, opresión precordial, dificultad para respirar, sudoración profusa o temblores.

Las fobias simples son quizás el trastorno de ansiedad que más aparece entre la población general. Por suerte su gravedad es menor que otros trastornos como el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC).

Como ya se ha reseñado en otros apartados los trastornos de ansiedad son en cuanto a su frecuencia el segundo grupo de trastornos por detrás de los trastornos relacionados con sustancias. Los trastornos de ansiedad se dan en la población más frecuentemente que los trastornos del estado de ánimo.

Dentro de los trastornos de ansiedad distinguimos: La agorafobiael TOC o trastorno obsesivo compulsivoel TAG o trastorno de ansiedad generalizadalos ataques de pánico, la fobia social o trastorno de ansiedad socialel trastorno de estrés postraumático, el trastorno de estrés agudo y las fobias específicas que vamos a ver a continuación.

Diagnóstico de las fobias simples.

El diagnóstico de fobia específica aparece claramente delimitado en el DSM (siglas en inglés del “Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales”) y debe reunir los siguientes requisitos:

  • La situación, animal u objeto que desencadena la crisis de ansiedad y miedo.
  • El reconocimiento por parte del sujeto de que es un miedo exagerado e irracional. A pesar de que el individuo reconoce su irracionalidad y su desproporción no puede evitar dejar de sentirlo. Este criterio en el caso de los niños no es exigido para validar el diagnóstico.
  • Este miedo irracional conduce a situaciones de evitación del objeto fóbico. También se acepta que el individuo soporte la situación fóbica con un elevado sufrimiento cuando no es posible la evitación.
  • La fobia conlleva malestar y sufrimiento, en mayor o menor grado, para el que la sufre e interfiere notablemente en sus actividades diarias.
  • En menores de 18 años la duración del trastorno fóbico debe ser de más de seis meses.
  • La aparición del cuadro no es debida a otro trastorno mental (TOC, ansiedad por separación, etc.)

El miedo a las arañas es una de las fobias simples más frecuentes
La Aracnofobia es una de las fobias simples más comunes.

Epidemiología de las fobias simples.

Las fobias simples o específicas son muy frecuentes entre la población. Según los distintos estudios su prevalencia varía de un 5% a 15% de la población. Si nos quedamos con un valor intermedio del 10% nos encontramos que las fobias simples son el trastorno de ansiedad más prevalente en todo el mundo.

En cuanto a la distribución por sexos los estudios atribuyen un 70% al sexo femenino. Este porcentaje se iguala en el caso de la hematofobia o miedo a la sangre. En los estudios también se ha encontrado una alta incidencia familiar.

Síntomas de las fobias simples.

El miedo o el temor es el principal síntoma que aparece en toda fobia. Junto al miedo, puede aparecer cualquier clase de síntoma relacionado con la ansiedad que acompaña al cuadro.

La ansiedad que aparece en las fobias simples es de dos clases:

Ansiedad anticipatoria: Se produce cuando el sujeto piensa en la situación fóbica y recrea en su mente las sensaciones que está seguro que va a experimentar.

Ansiedad situacional: En este caso el sujeto se encuentra frente a la situación fóbica de forma real. Ante esto, su miedo se dispara, y junto a él, aparece todo un cortejo de síntomas de tipo vegetativo, propiciados por la activación del sistema adrenérgico, con la consiguiente descarga de catecolaminas (adrenalina y noradrenalina).

En la ansiedad anticipatoria los síntomas no son tan intensos como en la ansiedad situacional.

Los síntomas más comunes son:

  • Miedo o temor intenso.
  • Sudoración.
  • Palidez.
  • Taquicardia.
  • Palpitaciones.
  • Sensación de ahogo o de falta de aire.
  • Opresión precordial.
  • Frialdad en extremidades.
  • Mareo o vértigo.
  • Hormigueos y parestesias.
  • Polaquiuria y tenesmo vesical.

Como el sujeto conoce su reacción ante la situación fóbica, es bastante común que desarrolle conductas y actitudes con las que trata de minimizar las probabilidades de encontrarse frente al objeto fóbico.

Esta clase de comportamiento es conocido como conducta evasiva.

Tipos de fobias simples.

Ya hemos aclarado inicialmente que las fobias específicas (o simples)  son trastornos de Ansiedad, independientes de la fobia social (Trastorno de Ansiedad Social) y de la Agorafobia que es un trastorno de ansiedad donde el sujeto siente un miedo irracional a encontrarse en una situación o lugar donde no podría ser atendido en caso de sufrir un ataque de ansiedad.

 Por lo tanto a la hora de hablar de los tipos de fobias, nos estamos refiriendo a las fobias simples o específicas.

Las fobias específicas, conocidas hasta hace poco como fobias simples, son temores desproporcionados e irracionales que están provocados por situaciones muy concretas, como miedo a los reptiles, a las alturas o a la sangre entre otras muchas situaciones. 

Las fobias simples son menos graves e incapacitan menos al sujeto que la fobia social y la agorafobia. Esto puede ser debido a la escasa repercusión que producen en el individuo. O tal vez por la improbabilidad de enfrentarse al objeto fóbico. A veces son situaciones muy extrañas y se dan raramente.

Debido a la frecuencia de esta patología en la población mundial en pequeño grado de intensidad, no podemos hablar de fobia específica en todos los casos. Para poder aplicar el diagnóstico de fobia simple, es necesario que:

– El sujeto experimente una ansiedad significativa.

– O bien, que la fobia altere su forma de vida de forma sustancial.

Hematofobia o Fobia a la sangre
Hematofobia o Fobia a la sangre.

Clasificación de las fobias simples.

Si seguimos la clasificación del DSM IV podemos considerar que existen cinco grandes categorías de fobias simples:

  • Fobias ocasionadas por animales: arañas, perros, reptiles, etc.
  • Las Fobias provocadas por la naturaleza: alturas, tormentas, etc.
  • Fobias ocasionadas por la presencia de sangre: con respuesta vasovagal inmediata ante la vista de heridas, inyecciones o sangre.
  • Hay Fobias originadas en situaciones muy concretas: ascensores, puentes, aviones, etc.
  • Otras fobias: miedo a contraer enfermedades, miedo a atragantarse, etc.

La lista de fobias simples es interminable, pues el número de ellas es ilimitado. Se puede desarrollar un trastorno fóbico ante prácticamente cualquier objeto o situación.

La nomenclatura que se usa para denominar las distintas fobias específicas suele ser utilizando un prefijo que hace referencia a la raíz griega del objeto fóbico, seguido a continuación del término griego “phobos” o fobia.

La Fobia a los animales.

La zoofobia o fobia a los animales suelen ser de aparición precoz, generalmente durante la edad infantil. Destacan entre las zoofobias el temor a los reptiles y los anfibios (herpetofobia). Ésta a su vez engloba el miedo específico a las serpientes (ofidiofobia).

Se suele dar con mucha mayor frecuencia en mujeres que en hombres. Dentro de la herpetofobia también se incluye el miedo a salamandras, lagartijas, ranas y sapos. Otro caso muy común es el de la aracnofobia o miedo a las arañas y tarántulas.

El temor irracional a los perros (cinofobia) es también bastante común, más que el miedo a los gatos (ailurofobia) o a los peces (ictiofobia).

Fobias de la naturaleza.

Se incluye en este grupo el miedo a las tormentas, los rayos, los relámpagos o el viento. Se pueden denominar con varios nombres como astrafobia, astrapofobia o brontofobia. La nictofobia es el miedo la oscuridad.

El miedo a las alturas o acrofobia se da en la misma proporción en hombre que en mujeres, a diferencia de todas las demás que son más frecuentes en mujeres.

La Fobia relacionada con la sangre. 

Es conocida por el nombre de hematofobia. Se distingue de las demás en que la respuesta de ansiedad y miedo característica de otras fobias, es sustituida aquí por una intensa respuesta vasovagal que conlleva una disminución brusca de la presión arterial, con mareo pérdida de conocimiento, palidez, sudoración y taquicardia.

Puede ser desencadenada por la visión de alguna escena sangrienta, una herida, un acto quirúrgico o una simple inyección.

Fobias situacionales. 

Se incluyen en este grupo la claustrofobia o temor a lugares cerrados o a los ascensores, el miedo a conducir (amaxofobia) o el miedo a volar en aviones (aerofobia).

Suelen ser de aparición más tardía, a partir de los veinte años, más frecuentes en mujeres, y tienen como patrón común el asociarse en muchas ocasiones a la agorafobia.

Esta categoría de fobias ambientales es el grupo que se da con más frecuencia en la población.

Otros tipos.

Existe un quinto grupo de fobias llamado de “otros tipos” siguiendo la nomenclatura del DSM. Aquí se incluyen casos que no encuadran fácilmente en los grupos anteriores: miedo a la suciedad y los gérmenes (misofobia o bacteriofobia), miedo a asfixiarse, miedo a vomitar (emetofobia), miedo a los disfraces, payasos y mimos (coulrofobia).

Coulrofobia o fobia a los payasos
Coulrofobia o fobia a los payasos.

Tratamiento de las fobias simples.

El objetivo del tratamiento es que el sujeto con una fobia simple, pueda realizar las tareas cotidianas de su vida normal, sin verse alterado por el temor que le origina el objeto fóbico. El éxito o fracaso del mismo suele venir condicionado por la gravedad de la fobia.

Hasta mediados del siglo pasado el psicoanálisis era la única psicoterapia usada en las fobias específicas. En 1958, a partir de la obra de Josep Wolpe, se empezó a emplear la llamada terapia de conducta que en sus distintas modalidades, siempre implica un cierto grado de exposición a la situación fóbica.

Se incluyen las terapias de exposición (en vivo o mediante imágenes), las terapias cognitivo conductuales y la realidad virtual. Aproximadamente un 80% de los pacientes se puede beneficiar de los resultados de la psicoterapia.

Al contrario que en otros trastornos de ansiedad, donde la farmacología es el primer escalón en el tratamiento, en el caso de las fobias, los medicamentos son solamente un complemento secundario. Se han utilizado los betabloqueantes como el propanolol y los ansiolíticos (benzodiazepinas) así como los ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina), pero no existe un criterio unánime para decidir el fármaco de elección.

Continuará en una 2ª parte: Fobias más comunes


Referencias Bibliográficas.


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Gerardo Castaño Recuero trabaja como psicólogo y psicoterapeuta en "Nuestro Psicólogo en Madrid". Ha estudiado Psicología en la Universidad Pontificia de Comillas en Madrid y también ha cursado dos Máster, uno sobre Clínica y Psicoterapia Psicoanalítica y otro sobre TFE: Terapia Focalizada en las Emociones.