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Drogas: Consumo de drogas en adolescentes

    consumo de drogas por jovenes

    El consumo de drogas por parte de los jóvenes es un reto para la sociedad, pero sobre todo para los padres, pues su consumo se ha vuelto muy frecuente entre los adolescentes. En este artículo intentaremos darte las claves para prevenir su consumo.

    Los padres ante el consumo de drogas de sus hijos.

    Hoy en día, cuando hablamos de drogas, estamos haciendo una perversión con el lenguaje, porque en la mayoría de los casos, nuestra intención es hablar de productos nocivos, tóxicos o adictivos, y utilizamos el nombre genérico de drogas, para referirnos a ellos. 

    ¿Qué son la drogas? 

    Sin embargo, la palabra droga según Wikipedia es un “término de uso variado que en medicina se refiere a toda sustancia con potencial para prevenir o curar una enfermedad”. Según esta definición drogas son los antibióticos que nos ayudan a erradicar una infección.

    Drogas serían los fármacos mediante los que conseguimos disminuir la presión arterial en enfermos hipertensos. También serían los analgésicos y antiinflamatorios que usamos en las enfermedades reumáticas y tantos y tantos otros.

    Pero al lado de estas “drogas buenas” están los fármacos que coloquialmente conocemos como drogas. Éstas suelen ser sustancias pisoactivas, con alto poder adictivo y en muchos casos ilegales.

    Estas drogas nocivas se consumen porque el individuo cree que le ayudarán a encontrarse mejor. Otro motivo para consumirlas es disfrutar de una experiencia satisfactoria.

    A partir de este punto y para no confundir al lector cada vez que hagamos mención de la palabra “droga” nos estaremos refiriendo a la acepción coloquial, de uso cotidiano en la calle, con la que denominamos a una larga serie sustancias, generalmente adictivas y ampliamente difundidas por todo el mundo.

    Drogas más consumidas en el mundo.

    El hecho cierto, es que las tres drogas que más se consumen en el mundo son el alcohol, la nicotina y la cafeína. Estas tres drogas son legales en casi todos los países. A bastante distancia, le siguen otras sustancias ilegales como los derivados del opio y las anfetaminas. El uso tan extendido de las drogas se explica en gran parte por su mecanismo de acción: son productos químicos que alteran el funcionamiento de nuestro cuerpo.

    Tras ser administradas por distintas vías (oral, parenteral o inhalación) llegan por la sangre hasta el cerebro donde pueden incrementar o disminuir los sentidos, alterar el estado de alerta y, en casos concretos, disminuir el dolor físico. Todas las drogas producen un grado variable de adicción en el que las consume.

    Consumo de drogas: Cifras alarmantes.

    Podemos hacernos una idea bastante aproximada sobre la gravedad del consumo de drogas en el mundo en general y en los jóvenes en particular si repasamos la cifras proporcionadas en el Informe Mundial sobre las Drogas de 2016:

    “Una de cada veinte personas adultas, es decir, alrededor de doscientos cienta millones de personas de entre 15 y 64 años, consumieron alguna droga en el último año”.

    De estos consumidores más de veintinueve millones de personas presentan trastornos por consumo de drogas. Sólo una de cada seis personas con trastornos por consumo de drogas recibe tratamiento médico.

    Al menos doce millones de personas consumen drogas por vía parenteral (se inyectan la droga). De ellos más un millón y medio son positivos para el VIH (virus de la inmunodeficiencia humana). Seis millones portan el virus de la hepatitis C.

    El número de muertes relacionadas con las drogas ha sido en el último año de más de doscientas mil personas. Casi la mitad de ellas ha sido por sobredosis.

    Consumo de drogas variado

    El consumo de drogas es muy variado.

    Las drogas en España.

    Veamos cifras referidas a España: Un diez por ciento de los españoles consume alcohol a diario. Entre los hombres este porcentaje es del quince por ciento. Los adolescentes españoles empiezan a beber alcohol a los trece años de edad de promedio. El consumo de alcohol es la segunda droga más consumida, tras el tabaco (un 30% de españoles fuma a diario). Despues del alcohol van los hipnóticos. Éstos son consumidos por un siete por ciento de españoles. Detrás van los tranquilizantes consumidos por un seis por ciento.

    El “botellón”.

    En España el setenta y ocho por ciento de los adolescentes han bebido antes de los dieciocho años de edad. Al menos un treinta por ciento de chicos entre catorce y dieciocho años se ha emborrachado en el último mes.

    Más de la mitad de los adolescentes españoles ha estado de “botellón” en el último año. Hay que destacar que el consumo de las chicas es mucho más arriesgado. Esto se debe a que consumen mayor cantidad de alcohol y asisten con mayor frecuencia a estos botellones.

    La muerte hace pocos meses de una niña de doce años por coma etílico refleja la dificultad que existe para atajar el serio problema del consumo de alcohol en los adolescentes.

    Tras esta introducción sobre el concepto y la naturaleza de las drogas, vamos a centrar el resto de este escrito en el consumo de drogas por parte de los jóvenes. Intentaremos averiguar los motivos que les inducen a su consumo. Así mismo hablaremos sobre la mejor forma de prevenir su uso. terminaremos con el diagnóstico precoz y la forma en que los padres pueden abordar este serio problema.

    Motivos de consumo de drogas por la juventud.

    El consumo de drogas por parte de los jóvenes es un fenómeno multifactorial de naturaleza compleja, cuyo origen puede deberse a motivos variados: La curiosidad, la aceptación por parte del grupo, la búsqueda de independencia o la rebeldía contra el orden establecido, el deseo de aventuras de riesgo, la búsqueda de nuevas sensaciones, la diversión, olvidar problemas que no saben resolver, o simplemente sentirse bien durante un cierto tiempo.

    Inicio en el consumo de drogas.

    La curiosidad es la causa más frecuente para iniciarse en el consumo de drogas, buscando la diversión rodeado del grupo de amigos. Aunque pocas veces este consumo acabará en una dependencia de las drogas, puede ocurrir que el joven que inicialmente experimenta por diversión, encuentra como efecto secundario la sensación de evadirse de los problemas reales. Aquí ya si que aparece un factor que puede llevar a la adicción.

    Cuando el joven ve que mediante la droga consigue olvidar, aunque sea momentáneamente, los problemas y las dificultades, corre el riesgo de recurrir a su uso, cada vez con mayor frecuencia, y así casi sin darse cuenta acaba generando una adicción. Ahora la droga ya no es algo opcional, pues la necesita cada vez más, se convierte en algo imprescindible en su existencia, y esto conlleva el deterioro de sus relaciones en todos los ámbitos: familiar, escolar, laboral y social.

    Los fines de semana son los momentos idóneos para reunirse con los amigos y consumir drogas, por ser una práctica que goza de amplia aceptación social en su grupo de edad.

    Jóvenes celebrando un botellón

    Jóvenes celebrando un botellón.

    Cómo prevenir el consumo de drogas por los jóvenes.

    La mejor forma de prevenir el consumo de drogas es buscar una buena relación entre padre e hijo, una realación intermedia entre el exceso de autoridad y la permisividad absoluta. El padre debe mostrase con el hijo siempre firme,  pero debe ser así mismo razonable. El padre como modelo de autoridad debe establecer normas de conducta claras y constantes. No vale que algo se permita hoy, pero se castigue mañana.

    El hijo, independientemente de su conducta, debe sentirse querido, aunque a veces haya que aplicar un castigo. Debe entender que el castigo es fruto de su mala conducta y no de la pérdida del amor paterno. El hijo debe sentirse libre y responsable, capaz de manejar su autonomía, siempre de acuerdo a su edad.

    La importancia del ambiente familiar.

    Es evidente que las relaciones dentro del ambiente familiar tienen una importancia vital. El hijo no puede ver posturas o choques enfrentados entre los padres a la hora de tratar estos temas. Debe ver una postura común de ambos progenitores y debe existir un ambiente de diálogo que propicie la comunicación entre padres e hijos.

    Todo esto reforzará la confianza de los hijos y lo que es más importante, si alguna vez está en algún apuro, sabrá que puede acercarse a sus padres, sabiendo que puede encontar en ellos apoyo. Es importante fomentar la independencia del niño, pues esto aumenta su responsabilidad, siempre bajo la atenta supervisión de los padres.

    Se le debe animar cuando toma decisiones acertadas y no machacarle o tratarle de inútil cuando se equivoque. Se trata en definitiva de conjugar adecuadamente la autonomía con la responsabilidad.

    La actitud de los padres no puede ser hipócrita, pues cualquier impostura por parte de los padres está abocada al fracaso. Las normas de conducta contrarias al consumo de drogas deben estar claras tanto para los padres como para los hijos.

    Es mejor predicar con el ejemplo.

    El muchacho aprenderá de lo que vea tanto o más como de lo que escuche. De nada vale que un padre prohíba a su hijo ir de botellón, si luego él se pone ciego de cubatas con los amigos. La madre no puede decir a su hija lo malo que es el tabaco, mientras fuma sin ningún pudor por toda la casa.

    Ayudadle a aprender de sus propias experiencias, y no de las vuestras, salvo que os lo pida expresamente. Orientad a vuestro hijo sobre el empleo de su tiempo libre:

    – Dándole a conocer las diferentes actividades que existen en su entorno más próximo.

    – Apoyando la realización de actividades que generen aficiones para llenar su tiempo de ocio: deportes, actividades en contacto con la naturaleza…

    – Compartiendo actividades con él.

    – Implicándole en tareas sociales, siendo miembro de alguna asociación.

    – Relacionaros con los amigos de vuestro hijo para conocer sus gustos, aficiones y actividades que realizan. Hablad con vuestro hijo sobre las drogas y su consumo, dejando clara vuestra postura al respecto y resaltando los aspectos positivos de no caer en el consumo de drogas.

    Procurad dadle una información completa y no sesgada, pues una información aislada o incompleta sobre las drogas no previene su consumo, sino que puede tener el efecto contrario despertando su curiosidad e incitándole a probarlas. Después de la familia, la escuela es el mejor lugar para formar a los muchachos y ayudar en la prevención del consumo de drogas.

    Prevención del consumo de drogas

    Prevención del consumo de drogas.

    En un próximo capítulo veremos cómo los padres pueden detectar el consumo de drogas por parte de sus hijos y que actitud tomar una vez que conocen que sus hijos consumen drogas.

    Referencias bibliográficas.

    Autor.

    Gerardo Castaño Recuero

    Gerardo Castaño Recuero trabaja como psicólogo y psicoterapeuta en el Centro “Nuestro Psicólogo en Madrid”. Ha estudiado Psicología en la Universidad Pontificia de Comillas en Madrid. Posee el título de Máster en “Terapia Focalizada en las Emociones” (TFE). Ha realizado el curso Master de “Clínica y Psicoterapia Psicoanalítica”.


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