El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad más conocido como TDAH o por sus siglas en inglés ADHD es uno de los trastornos con mayor prevalencia durante la infancia y la adolescencia, pudiendo cronificarse hasta la edad adulta.
El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH).
La primera mención bibliográfica de lo que hoy se conoce como Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) fue en el año 1798, en Gran Bretaña. Sin embargo, no es hasta 1992 que la Organización Mundial de la Salud lo reconoce y lo incluye dentro de la lista de trastornos del comportamiento y de las emociones.
Actualmente se conoce que el 5% de los niños y adolescentes del mundo se ven afectados por el TDAH, un trastorno que se puede identificar desde la niñez.
El TDAH tiene su origen a nivel neurobiológico, por lo que se ha categorizado como un trastorno del neurodesarrollo. Tiene base genética (con una probabilidad de ser heredado del 76%) y afecta tanto el funcionamiento como el desarrollo cerebral, en especial la región prefrontal.
El trastorno de déficit de atención e hiperactividad se diagnostica principalmente en varones. En el 70% de los niños los síntomas pueden persistir en su adolescencia y en la edad adulta dependiendo de su intensidad.
¿Cuáles son los síntomas más comunes del TDAH?
Este trastorno se caracteriza en general porque las personas tienen dificultad para concentrarse y prestar atención. Esto compromete su capacidad de organización y planificación. También muestran dificultad para controlar la conducta. Adicionalmente, manifiestan actividad excesiva y agitación.
Los síntomas relacionados con el TDAH interfieren en el desarrollo social, emocional y cognitivo del niño que lo padece, causando una disfuncionalidad en su grupo escolar y en la familia.
Se clasifican en tres tipos según sus síntomas:
- Predominantemente hiperactivo-impulsivo: aunque la mayoría de los síntomas caen en la clasificación de hiperactividad-impulsividad, pueden tener algunos síntomas de falta de atención.
- Predomina la dificultad para mantener la atención: es el más difícil de diagnosticar ya que la mayoría de los síntomas son por falta de atención, por lo que tienden a no demostrar los síntomas o tienen dificultades en las relaciones sociales con otros niños. Puede ser que los pequeños estén tranquilos, pero no están prestando atención a lo que ocurre en su entorno.
- Combinación de hiperactivo-impulsivo y falto de atención: es la más comúnmente diagnosticada, en donde los niños presentan más o menos la misma cantidad de síntomas de las dos categorías anteriores.
(1) – Los niños con TDAH suelen ser hiperactivos e inquietos
Tabla de síntomas |
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Inatención | Hiperactividad | Impulsividad |
Distraerse fácilmente, no percibir detalles y son propensos de cambiar de una actividad a otra. | Estar inquietos y movedizos en sus puestos, ya sea parados o sentados. | Ser impacientes. |
Es difícil que se concentren en una sola cosa. | No paran de hablar. | Hacer comentarios inapropiados. |
Si las actividades no son de su interés se aburren rápidamente a veces después de solo algunos minutos. | Tienen que tocarlo todo, jugar con todo lo que está a la vista, moviéndose de un lugar a otro. | Actuar sin tener en cuenta las consecuencias. |
Incapacidad o problema de organizar y completar una tarea. | Tener problemas para sentarse, ya sea para comer, en el colegio, o en el trabajo. | Tienen dificultad para esperar su turno. |
Parece que no prestan atención cuando se les habla. | Están en constante movimiento. | Interrumpen las conversaciones y actividades. |
Tienen problemas con el seguimiento de instrucciones. | Tienen dificultad para realizar tareas que necesiten tranquilidad. |
¿Cuáles son las causas del TDAH?
La causa principal de la aparición de los síntomas del TDAH es una alteración de algunos neurotransmisores cerebrales, cuya producción es insuficiente. Dentro de estos neurotransmisores, los que aparecen más claramente implicados en este trastorno son la dopamina y las catecolaminas, más en concreto la norepinefrina.
Los circuitos neuronales que se ven más afectados en el TDAH son los del córtex prefrontal y el cuerpo calloso. El primero de éstos es fundamental en el desarrollo, ejecución de tareas, atención y corrección de errores. El segundo, el cuerpo calloso, desempeña un papel fundamental en la coordinación entre los dos hemisferios cerebrales.
(2) – Existe una alteración de los neurotransmisores cerebrales en el TDAH
Todavía no se han establecido claramente cuáles son las causas del déficit en la producción de neurotransmisores, pero la versión más aceptada es que es una combinación de diversos factores como:
- La herencia genética
- El bajo peso al nacer.
- La presencia de una madre fumadora o que ha consumido alcohol durante la gestación.
- Las condiciones físicas y químicas asociadas a la actividad cerebral.
- Las investigaciones señalan que existe una fuerte relación entre el ambiente familiar y los disturbios psicológicos, en especial con el TDAH.
- Los factores sociales como vivir en barrios pobres, la marginación y exclusión social incrementan notablemente la posibilidad de padecer TDAH.
TDAH y conflictos familiares.
Como el proceso de diagnóstico del TDAH no suele ser muy rápido, se pueden acumular sentimientos de frustración, culpa e ira dentro del núcleo familiar. Esto genera situaciones de conflicto entre el niño con TDAH y el resto de los integrantes de la familia. Pueden aparecer conflictos entre los otros integrantes de la familia al no tener clara la forma de actuación ante el niño con TDAH.
La falta de conocimientos sobre el tema y la dificultad de establecer límites claros por parte de los adultos originan problemas de conducta en los niños y adolescentes, no solo dentro del núcleo familiar, sino en el ámbito escolar y en el desarrollo de destrezas sociales en la comunidad.
Aunque la agresividad no se incluye como característica para este trastorno, se considera que los comportamientos violentos de los que tienen TDAH se caracterizan como reactivos, ante un ambiente hostil generado por los comportamientos en su entorno.
Dificultades que pueden tener en el colegio.
Aunque este trastorno fue reconocido en la Organización Mundial de la Salud hace 27 años, todavía no se cuenta con la suficiente información a nivel de colegios y de la población general. En consecuencia, suelen discriminar a las personas que sufren este trastorno, por no saberlo manejar adecuadamente, generalmente lo relacionan con un problema de conducta básico.
Los individuos con TDAH son excluidos, considerados enfermos mentales o perezosos, y no reciben el apoyo de profesores o directivos de las instituciones educativas. En muchos casos se producen situaciones de violencia en el contexto escolar que involucran a profesores, alumnos, amigos y desconocidos.
Dificultades que pueden tener en la comunidad.
En cuanto a las relaciones con parientes, amigos y extraños, comúnmente estos niños y jóvenes con TDAH son percibidos como “maleducados” y desobedientes. Pueden ser malinterpretados como indisciplinados, lo cual ocasiona comportamientos agresivos y de oposición por parte del individuo con TDAH.
Posibles tratamientos.
Las diferentes opciones de tratamiento que incluyen:
- Programas de educación especial
- Medicamentos
- Tratamientos conductuales
Lo más recomendado son los abordajes multimodales, que incluyen la combinación de un tratamiento farmacológico y psicológico, directamente ligado a las necesidades de cada individuo y del momento del desarrollo. Al contar con el tratamiento adecuado los niños afectados tienen más posibilidades de desarrollar todo su potencial a largo plazo.
(3) – Los niños con TDAH pueden precisar tratamiento farmacológico.
¿Cómo establecer una relación favorable con la unidad educativa en pro del bienestar del niño?
Cuando existe la sospecha de que un niño tiene el TDAH, lo primero que se hace es una detección de algunos síntomas por parte del consejero escolar y los maestros, quienes sugieren una evaluación por parte de los especialistas.
Los especialistas (neurólogos, psicólogos y psicopedagogos) evaluarán al niño y se realizará el diagnostico formal con el cual se trabajará en la institución. Después de tener confirmado el diagnóstico se crea un equipo de trabajo (terapeutas, maestros y familia) los cuales en conjunto y siguiendo los mismos parámetros estructurarán las rutinas y planes de trabajo con el niño.
El objetivo es mejorar su adaptación escolar. Se trata de estimular la inclusión educativa y así lograr el desarrollo integral del niño.
Consejos a seguir.
- Notifique a los maestros que su hijo padece de TDAH cuando comience un nuevo año electivo o cambia de escuela.
- Tenga paciencia al establecer las nuevas rutinas y tareas de cada año escolar.
- Establezca un plan de trabajo conjunto con el maestro, la comunicación es fundamental.
El TDAH en la adolescencia.
Aunque el TDAH es mayormente estudiado y diagnosticado en la infancia, este persiste hasta la adolescencia, se calcula que el 75% de los niños con TDAH serán adolescentes con TDAH.
Existen casos que no son diagnosticados hasta llegar a la adolescencia, principalmente cuando los síntomas son del tipo de falta de atención, porque no muestran problemas de disciplina en el hogar o en el colegio.
Cuando los niños llegan a esta etapa a los síntomas de este trastorno se le suman las conductas propias de la adolescencia. En esta etapa se produce la estructuración de la personalidad y las limitaciones del trastorno condicionan en buena parte el desarrollo de la misma.
Adolescencia y maduración cerebral.
En esta etapa el cerebro adolescente ha completado su desarrollo, pero necesita madurar. Es una fase con importantes cambios morfológicos que varían según el grado de maduración de cada región del cerebro. Ya sea por las características propias de la adolescencia o por los síntomas del TDAH, provocados por la afectación en el desarrollo de las regiones del cerebro, los sujetos con este trastorno tienden a tener bajo rendimiento académico y dificultad en las relaciones interpersonales, por lo que los problemas se vuelven más complejos.
El bajo rendimiento académico empieza a ser notorio con el aumento de las responsabilidades y exigencias académicas, ya que se espera que sean más independientes. Como resultado tienen muchas dificultades para permanecer en el sistema escolar regular y concluir sus estudios. La hiperactividad va bajando en intensidad, aunque continúan siendo inquietos.
Los jóvenes con TDAH son más propensos a desarrollar problemas de agresividad, alcoholismo, consumo de tabaco y otras sustancias. Por esta razón deben contar con un buen equipo de apoyo (orientadores, terapeutas, maestros, familia) para llevar a estos jóvenes a concluir con éxito los estudios de nivel medio superior.
Una problemática importante es que los adolescentes con TDAH son víctimas de burlas y violencia psicológica. Como no saben manejar eficientemente la frustración, es importante que cuenten con el apoyo y la supervisión de los maestros y directivos de las instituciones educativas.
12 consejos para ayudar a los niños con TDAH. |
1. Estructurar muy bien el horario: mantener la misma rutina todos los días, desde el momento de levantarse hasta el momento de acostarse.
2. Organización: todo debe tener un lugar: ropa, útiles escolares, juguetes. 3. Sea claro y consistente: los niños y jóvenes con el TDAH necesitan reglas consistentes que puedan entender y seguir. 4. Ofrezca elogios o recompensas cuando se obedecen las normas: como siempre esperan ser criticados, es importante observar las buenas conductas y elogiarlas. 5. Estimular el uso de cuadernos organizadores: promueva que los jóvenes utilicen materiales para organizar sus tareas en la escuela. 6. Realizar listas de las tareas y responsabilidades en el hogar , dejando espacios para que marquen las tareas completadas. 7. Evitar la sobre estimulación: estructurar las situaciones de la vida cotidiana de manera que el niño no sea estimulado en exceso. 8. Compartir una actividad placentera o relajante con el niño: para identificar y elogiar las habilidades del niño. 9. Aprender y enseñar técnicas para controlar el estrés y manejar las frustraciones. 10. Apoyarlos en el desarrollo de destrezas sociales. 11. La comunicación, la negociación y el acuerdo son útiles. 12. Buscar el apoyo de los terapeutas tanto para el niño o joven con TDAH como para los miembros de la familia, para así lograr disminuir los comportamientos perjudiciales y lograr cambios de conducta. |
(4) – La organización de las tareas frente a la hiperactividad es importante.
¿Los adultos también padecen de TDAH?
Existen muchos adultos que padecen de TDAH y no lo saben, mientras que el 50% de los casos de adolescentes con TDAH se convierten en adultos con TDAH.
Generalmente el adulto que padece de TDAH siente que es incapaz de organizarse, mantener un empleo o recordar y cumplir con citas. Asimismo, las tareas diarias son un reto. Tienen altas probabilidades de fracasos escolares en su historial, problemas en el trabajo o relaciones frustradas.
Los síntomas en los adultos suelen ser más variados y posiblemente no tan acotados como en el caso de los niños. El diagnostico incluye muchas más entrevistas a las personas del entorno que en el caso de los niños (cónyuge o pareja, los padres, amigos cercanos y otras personas relacionadas con el paciente).
Las consecuencias de no identificar este trastorno a tiempo son problemas de inestabilidad emocional, baja autoestima y una imagen negativa de sí mismo, por lo que el diagnostico suele ser un alivio. Por lo general es tratado con medicamentos y psicoterapia.
Investigación sobre TDAH en la actualidad.
Actualmente se han identificado algunos genes relacionados con personas afectadas con TDAH. Se han encontrado mutaciones en distintos genes (DRD4 y DRD5) que influyen en el metabolismo de la dopamina a nivel de sus receptores. Otros genes (DAT1, DAT5) actuarían sobre el transporte de este neurotransmisor.
Los estudios genéticos están acompañados con estudios de farmacogenómica con el fin de encontrar un régimen de terapia farmacológica óptima que se adapte a cada individuo y sus características, ya que hoy en día se sabe que la efectividad de los medicamentos se ve afectada por la genética del paciente.
Asimismo, se están realizando investigaciones genéticas, para ver si existen genes específicos que afectan la respuesta de los niños al metilfenilato. Finalmente, los ensayos clínicos patrocinados por el National Institute of Mental Health (NIMH ) están en la búsqueda de la base biológica de esta condición.
(5) – Son muchas las investigaciones sobre el trastorno por déficit de atención.
Autor.
Gerardo Castaño Recuero trabaja como psicólogo y psicoterapeuta en el Centro “Nuestro Psicólogo en Madrid”. Ha estudiado Psicología en la Universidad Pontificia de Comillas en Madrid. Posee el título de Máster en “Terapia Focalizada en las Emociones” (TFE). Ha realizado el curso Master de “Clínica y Psicoterapia Psicoanalítica”.
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