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La curiosidad: Naturaleza curiosa del ser humano.

    ¿Qué es la curiosidad?

    El ser humano es de “naturaleza curiosa”, o eso se ha dicho siempre. A lo largo de la historia, filósofos y pensadores han formulado varias teorías sobre el origen y el porqué de esta actitud curiosa. En esta entrada del blog trataremos de la curiosidad y los rasgos de las personas curiosas.

    Un poco de historia.

    Ya en la antigua Grecia, Aristóteles planteaba que la curiosidad era como un deseo intrínseco del ser humano motivado por la sed de conocimiento.

    Descartes también hablaba de la curiosidad, refiriéndose a ella como “deseo”. Rochefoucauld la separó en curiosidad útil (esencial para la evolución y supervivencia) y en orgullo (deseo de conocer lo que los demás ignoran para situarse en una posición ventajosa). Por su parte, Darwin la plantearía como una especie de “instinto evolutivo”.

    Freud, por su parte, definía la curiosidad como un derivado del impulso sexual. A mediados del siglo XX el término que hacía referencia a la curiosidad era el de “conducta exploratoria”.

    Conforme la neurociencia fue adquiriendo importancia, la curiosidad empezó a ser abordada desde puntos de vista y perspectivas más diversas. Se tuvieron en cuenta los niveles neuronales, biológicos, evolutivos, psicológicos… para definirla. A continuación se desarrollarán los planteamientos, ideas y teorías más destacados acerca de la curiosidad.

    ¿Qué es la curiosidad?

    La curiosidad puede ser definida como el deseo de conocer, ver o experimentar algo. Dicho deseo motiva comportamientos de exploración enfocados a la adquisición de nueva información. De hecho, el descubrimiento de nueva información suele resultar una experiencia placentera. Esto es debido a que la ignorancia suele causarnos aversión. Lo desconocido nos asusta, pues poco podemos hacer ante una situación en la que no sabemos manejarnos. Es por ello que la curiosidad va a ser un elemento central en nuestras vidas.

    Suele asociarse la curiosidad a conductas de aproximación (acercarse a lo que uno le gusta) y experiencias de refuerzo (obtención de una recompensa debido a ese acercamiento). Es un fenómeno emergente, un impulso interno, un comportamiento lúdico que busca experimentar lo novedoso y desconocido.

    La curiosidad constituye una búsqueda deliberada de la novedad y situaciones desafiantes. Además, suele ser  mayor cuando nos encontramos con incongruencias o dificultades. De éstas se deriva la flexibilización de nuestros esquemas mentales, pues debemos integrar la nueva información con la ya adquirida.

    La curiosidad va a ser un elemento crucial en el aprendizaje a lo largo de toda la vida.  Ahora bien, siempre y cuando se haya adquirido ese gusto por conocer. Nuestra naturaleza curiosa es maleable y puede desarrollarse o llegar a atrofiarse. Ciertas experiencias o actitudes pueden influir negativamente en su desarrollo y mermarla. Pero también tiene la ventaja de que se puede alimentar y trabajar.

    “Si nos interesamos por adquirir conocimientos, la curiosidad no hace sino aumentar”.

    El deseo de saber es a la vez causa y consecuencia de que aparezca esta actitud de búsqueda.

    El ser humano es curioso por naturaleza
    (1) – El ser humano es curioso por naturaleza.

    Algunas características de la curiosidad.

    La curiosidad es un factor social imprescindible para las culturas vivas y los sistemas dinámicos. Además, está fuertemente influida por el contexto social. Los individuos criados en entornos inquietos, curiosos y abiertos a la novedad, suelen ser curiosos, creativos, ocurrentes… Normalmente, existe una relación entre apertura a la experiencia y curiosidad. Si uno está más dispuesto a aceptar lo nuevo, será más curioso, debido a que se expone a más estímulos. Cuanto mayor sea dicha exposición, mayores posibilidades existen de que estos despierten nuestra curiosidad.

    Factores asociadas a la curiosidad.

    Tanto la curiosidad como la búsqueda de la novedad están asociadas a:

    • Emociones positivas
    • Creatividad
    • Disposición a desafiar los estereotipos
    • Preferencia por los retos en el trabajo
    • Mayor sensación de control
    • Menor aburrimiento
    • Menor estrés

    La curiosidad promueve emociones positivas como excitación, disfrute y atención. Facilita la toma de decisiones complejas y aumenta la perseverancia para alcanzar las metas que nos proponemos. Una mayor curiosidad está asociada con un mayor aprendizaje, una mayor implicación y rendimiento en los estudios y el trabajo.

    “Las personas más curiosas suelen tener experiencias subjetivas más positivas y se interesan más en conocer y entender a otros”.

    Además, la curiosidad constituye una importante dimensión de la inteligencia, pues ésta representa el deseo de saber y las ganas de aprender. La curiosidad puede orientarse a áreas concretas, según las preferencias del individuo.

    Algunos se sienten más atraídos por asuntos intelectuales o científicos, mientras que otros sienten una mayor curiosidad hacia asuntos sociales. Otros sienten más curiosidad por experiencias de riesgo que sean excitantes y les estimulen (deportes de riesgo, drogas…). El que una persona se implica en conductas de búsqueda destructivas, va a depender de diversos factores, como por ejemplo, de sus circunstancias personales, de las oportunidades que le ofrezca su ambiente para poder hacerlo…

    El porqué de nuestra naturaleza curiosa.

    La curiosidad supone otra herramienta evolutiva más que ha ayudado al ser humano a desarrollarse y sobrevivir. ¿Por qué? Porque la curiosidad hace que investiguemos el medio heterogéneo en el que nos movemos. Nos ayuda a acercarnos o a rechazar aquellas nuevas experiencias a las que nos enfrentamos. Gracias a esto adquirimos conocimiento, aprendemos a superar obstáculos…  y con ello, aumentamos la probabilidad de prolongar nuestra existencia.

    La experimentación de conductas biológicas es tan importante como la de las conductas mentales. Aquello que se denomina “curiosidad intelectual”, no es sino una tendencia que empuja a conocer el ambiente que nos rodea. Es decir, la curiosidad sería el hábito de la función de conocer, adquirido por la especie y transmitido hereditariamente. Es una necesidad compleja de cualquier organismo. Pero ésta cuenta con un especial desarrollo en el ser humano, clave en la resolución de problemas.

    La curiosidad se puede medir en laboratorios
    (2) – La curiosidad se puede medir en laboratorios

    La curiosidad, al igual que otros muchos otros fenómenos (atención, memoria, percepción…) se puede registrar y medir dentro del laboratorio. Se sabe que estados mentales y fisiológicos excitatorios aumentan la función vital y por ello, la curiosidad.

    “En estados depresivos, la curiosidad se apaga y el riesgo de quedar estancado en el aburrimiento es mayor”.

    Etapas de la curiosidad.

    Según Ribot, el estudio de la curiosidad abarca tres etapas psicológicas, cada una con sus características fisiológicas correspondientes: Sorpresa, asombro e interrogación.

    Sorpresa.

    Es una de las seis emociones básicas que podemos experimentar. Al dar con un estímulo novedoso, esto nos produce un choque emocional, un desequilibrio adaptativo. Con ello, hay una serie de respuestas fisiológicas que se ponen en marcha con el fin de prepararnos ante el estímulo. Por ejemplo, nuestra boca se abre, se elevan las cejas, el ritmo cardíaco, la presión sanguínea y la respiración aumentan…

    Asombro.

    No hay que confundirlo con la sorpresa. La sorpresa es una emoción y por ello, se considera que es un estado temporal breve. Sin embargo, el asombro se prolonga mucho más y se le considera un estado. Esta respuesta surge a raíz de la desadaptación que hemos sufrido al entrar en contacto con dicho estímulo novedoso. Al vernos en la necesidad de resolver tal conflicto, aumenta nuestra atención sobre nuestro objetivo. Perceptivamente somos más sensibles a las sensaciones y nuestro organismo se prepara para la actuación entrando en un estado fisiológico activo (ej. se segrega adrenalina y dopamina).

    Interrogación.

    La curiosidad es fruto de la reflexión que hacemos cuando damos con un estímulo novedoso. Investigamos acerca de qué, cómo, y para qué sirve aquello con lo que nos hemos topado. A partir de aquí, se incorporan a nuestros esquemas previos todos los datos que obtenemos de este nuevo acontecimiento. Nuestra personalidad y experiencias tendrán un importante papel en su clasificación. La resolución final será la readaptación. Es decir, que una vez que hemos resuelto el conflicto o nos hemos habituado a la situación novedosa, nuestro estado fisiológico empieza a estabilizarse paulatinamente.

    ¿Cómo son las personas curiosas?

    La curiosidad es un estado que nos ayuda a sobrevivir, así que suele ser experimentada por todo el mundo. No obstante, es también considerada un rasgo de personalidad. Es decir, que puede definir las características y el modo de ser de algunas personas. Hay sujetos que son más curiosos que la mayoría.

    “La curiosidad es un rasgo de la personalidad”

    Principales rasgos de las personas curiosas.

    Suelen ser más propensos a implicarse y desenvolverse en situaciones novedosas o extrañas. En estas circunstancias, el interés por conocer y prestar atención a los estímulos que los rodean son mayores que  lo que mostrarían las personas menos curiosas. Normalmente, los más curiosos suelen interesarse en poder participar en estas situaciones y sacar de ellas la máxima información posible.

    Además, suelen ser más sensibles a los pequeños cambios y discrepancias que ocurren a su alrededor. Tienden a prestar gran atención al entorno que les rodea. Esta mayor sensibilidad a las discrepancias se debe a dos características principales: La apertura a la novedad y la preocupación por el orden.

    La curiosidad es un rasgo de la personalidad
    (3) – La curiosidad es un rasgo de la personalidad.

    Normalmente, ambos rasgos no suelen darse juntos en la mayoría de las personas. Aquellos que  buscan la novedad, no suelen preocuparse por el orden correcto de las cosas (y viceversa). Sin embargo, aquellas personas altamente curiosas suelen presentar estas dos características juntas: buscan la novedad, pero también valoran el orden. Desean experimentar conflicto, pero al mismo tiempo les agrada tener sus ideas ordenadas y congruentes. Dicho conflicto es lo que da lugar a ese deseo de prestar una atención profunda a algo, conocerlo y explicarlo. Es decir, que da lugar a eso que llamamos curiosidad.

    Otros rasgos.

    Otras características de personalidad de las personas curiosas son:

    • Tendencia a permanecer más tiempo en situaciones de incertidumbre.
    • Desarrollo de una gran variedad de habilidades de investigación para resolver problemas.
    • Mayor capacidad de crear, mantener y resolver conflictos conceptuales.

    Motivación y curiosidad.

    La motivación es aquello que nos impulsa a realizar comportamientos que nos garanticen la supervivencia en nuestro entorno. Nos avisa de si nuestro estado actual se corresponde con el que realmente podríamos llegar a obtener (estado ideal). En base a  esta tensión intentamos trazar metas, llevar a cabo planes, etc. que nos acerquen a ese estado ideal.

    La curiosidad se entendería como el afán exploratorio que influye en la activación psicológica del sujeto para conseguir dichas metas. Para estar motivado el sujeto debe verse capaz de enfrentarse a esas nuevas situaciones y además debe querer hacerlo. Entonces, ¿Cuáles son los desencadenantes para conseguir que un individuo se interese por alcanzar un determinado objetivo?

    Por ejemplo, un grado intermedio de novedad estimula y favorece en gran medida la curiosidad y la conducta exploratoria.

    “La curiosidad se despierta también con el reto que supone una tarea”.

    Es decir, si ésta resulta “demasiado sencilla para el sujeto”, éste perderá el interés rápidamente y posiblemente abandonará sus metas. La autonomía es otro factor clave en el fomento de la curiosidad y la motivación. Una persona que posee autonomía, tiene un mayor control sobre lo que hace o va a hacer. Cuanta más autonomía, mayor será la motivación y el interés intrínseco en la actividad.

    La autonomía es un factor clave para aumentar la curiosidad en tareas que, en un principio no despierten nuestro interés. Esto pasa muchas veces pasa en el plano profesional, académico… La curiosidad también se potencia dando opciones sobre la forma de realizar una tarea. Si se da la oportunidad para la autodirección y se proporciona retroalimentación positiva sobre una tarea, las personas se sienten más motivadas para realizarla.

    La curiosidad es un pilar básico del desarrollo
    (4) – La curiosidad es un pilar básico del desarrollo.

    Aplicaciones pedagógicas de la curiosidad.

    Desde la perspectiva de Piaget, el niño es un ser activo que construye representaciones sobre el mundo gracias a la información cultural y social que le va llegando. Los niños más pequeños no comprenden cómo funcionan los sistemas sociales humanos. Más tarde en el 2º ciclo de primaria van adquiriendo esa habilidad. Ya en la adolescencia, son capaces de evaluar, predecir, opinar… sobre tales sistemas.

    “La curiosidad y el interés por el mundo son los conceptos básicos que debemos desarrollar en los niños para que estos se manejen óptimamente en su vida”.

    Éste es el objetivo que se pretende conseguir mediante el fomento del desarrollo de la curiosidad. Se intenta enseñar a perder el miedo a lo desconocido y novedoso. Cada nueva empresa que emprendemos es una oportunidad para conseguir nuevos conocimientos o habilidades. Se enseña a los estudiantes el desarrollo de la curiosidad e interés por el mundo como fortaleza básica para ser más feliz.

    Se pone énfasis en el desarrollo de la persona y así se mejora su aprendizaje. También es importante ayudar a los estudiantes a fomentar habilidades que le lleven a conocerse mejor. Que sepan cuándo tienen pensamientos negativos, reconocer los cambios de humor, darse cuenta cómo el propio comportamiento influye en los demás…

    Al fomentar habilidades de conocimiento social esto ayuda a manejar sus emociones y las del grupo. Son percibidos por los demás (y por sí mismos) como personas empáticas y comunicativas. Con esto se consigue resolver situaciones problemáticas y ser aceptado socialmente. La educación, en último término, sirve para conducir al niño hacia la plena autonomía. El educador debe seguir fomentando en él la curiosidad, clave de la supervivencia.

    La curiosidad aplicada al Marketing.

    La mayoría de los modelos de marketing se basan en competir con la mercancía. Cada vez con más frecuencia se requieren nuevas estrategias de venta, lo que se conoce como “competencia de los servicios”. Hacer que un producto que sea llamativo, novedoso y beneficioso es fundamental en marketing. Las personas deben formarse una idea positiva si se desea que se consuma.

    “Ahora, no sólo importa la calidad del producto, sino que también interesa captar  la curiosidad del cliente”.

    La curiosidad es  importante para este campo debido a que es un filtro hacia el público objetivo. Permite enfocar la atención del cliente. El producto debe despertar curiosidad para que impacte y se quede en la memoria de los consumidores.

    Cómo incentivar la curiosidad del cliente.

    El objetivo del marketing se centra en que las personas hablen entre sí sobre el producto (boca a boca). Con ello, pueden averiguar si alguien tiene más información sobre el producto y así satisfacen su curiosidad. Para poner en marcha la curiosidad del cliente, se puede:

    • Limitar el acceso del producto.
    • Crear expectativas positivas.
    • Lanzar rumores sobre el producto.
    • Crear confusión, intentar sorprender.
    Marketing y curiosidad
    (5) – Cada vez más, el marketing recurre a la curiosidad.

    En la actualidad, las empresas deben adaptarse a los clientes y el marketing tradicional se está renovando. Cada vez más, se intenta entender al cliente, qué necesita, sus aspiraciones, metas, sueños… Pero las empresas se enfrentan a un reto en medio de las diferentes alternativas de canales de comunicación que han ido surgiendo a través de los años.

    “Hoy en día, es importante recurrir a la creatividad y apelar a curiosidad de las personas para lograr llamar la atención”.

    Aquí Internet tiene un papel fundamental, pues se ha convertido en la herramienta que permite la interacción entre cliente y empresa. Ésta puede obtener información sobre los perfiles en redes sociales de los usuarios, permitiendo tener claras las necesidades y expectativas de los clientes.

    Conclusiones.

    La curiosidad forma parte de la naturaleza del ser humano. Es una herramienta evolutiva fundamental que ayuda a que exploremos el medio y nos enfrentemos a los estímulos que allí se encuentran. Quienes la cultivan tienen muchas más posibilidades de que le vaya mejor en la vida. Todos esos conocimientos pueden ser usados a nuestro favor. Su carencia puede eliminar la  motivación por hacer cosas o tal vez generar estados de ánimo depresivos.

    “La curiosidad es una herramienta evolutiva fundamental que forma parte de la naturaleza de los seres humanos”

    La curiosidad no sólo debe limitarse a la exploración del ámbito exterior sino también al interno. La introspección personal nos puede ayudar a conocer por qué nos comportamos de una determinada manera ante un suceso concreto. Ser conscientes de cómo influye nuestra conducta en nuestro entorno nos cede una habilidad social muy importante.

    La curiosidad se concibe también como una virtud intelectual, que fomenta la lectura, el aprendizaje, el ir a museos, viajar… En resumidas cuentas, un factor esencial para aprender a movernos en el mundo, con sus normas, roles y costumbres.


    Referencias bibliográficas.

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    • ¿Qué es la creatividad y como fomentarla? About Español. Enlace.
    • El arte de iniciar conversaciones con desconocidos. About Español. Enlace.
    • Curiosidad y marketing. Marketing de guerrilla en la web 2.0. Enlace.
    • ¿Qué es la curiosidad? CEPVI. Enlace.

    Autora.

    Sofía Rodríguez Pantoja

    Sofía Rodríguez Pantoja es Graduada en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid. Ha cursado el Máster en Psicología General Sanitaria y el Máster en Psicoterapia Humanista Experiencial y en Terapia Focalizada en la Emoción en la Universidad Pontificia de Comillas. También está formada en psicoterapia EMDR y terapia breve por la Sociedad Española de Medicina Psicosomática y Psicoterapia (SEMPyP). Fue voluntaria en el Centro Joven de Atención a la Sexualidad en Madrid (CJAS Madrid). Actualmente está cursando el Experto en Trastornos Alimentarios por la SEMPyP.

    Twitter: @Sofia_psico.


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