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La anorexia nerviosa y la bulimia. Trastornos alimenticios (II)

    La anorexia nerviosa y la bulimia

    La anorexia nerviosa y la bulimia son trastornos alimenticios que se extienden como una plaga entre los jóvenes y adolescentes de nuestra sociedad. En un artículo anterior, vimos la importancia de la comida y repasamos las peculiaridades de la alimentación infantil desde el momento del nacimiento hasta la adolescencia. En el artículo de hoy, nos vamos a centrar en los trastornos alimenticios que pueden aparecer en la infancia, como son la anorexia nerviosa y la bulimia. 

    Alimentación infantil (II): La anorexia nerviosa y la bulimia.

    Es esencial para la salud, que los padres den a sus hijos una alimentación completa, variada y equilibrada,  así como vigilar la posible aparición de trastornos alimenticios.

    En cualquier momento del desarrollo infantil, la alimentación puede ser una fuente de conflictos, por eso los padres deben estar atentos, para no incurrir en determinadas actitudes, unas veces autoritarias y otras demasiado complacientes, que pueden perpetuar en el tiempo estos trastornos.

    Una especial importancia tienen los problemas alimenticios que aparecen en la adolescencia y que proliferan de forma descontrolada en nuestra sociedad.

    “Entre estos trastornos alimenticios, cabe destacar por su importancia, la anorexia nerviosa y la bulimia”.

    La alimentación en la adolescencia.

    Aunque es cierto que la mayoría de los adolescentes de los países desarrollados están bien alimentados, también es cierto que gran parte de ellos experimentan periodos de alimentación excesiva o insuficiente, o desequilibrios nutritivos.

    Estas alteraciones pueden provocar daños en cualquier edad, pero aún más durante la adolescencia, etapa en la que el cuerpo debe tener suficientes nutrientes para alcanzar su pleno potencial de crecimiento.

    Todo lo que tenga relación con el peso afecta al ajuste emocional del adolescente, al desarrollo de su propia identidad, a su autoestima y a sus relaciones sociales. Además, refuerza la tendencia adolescente a experimentar sentimientos negativos acerca de su cuerpo.

    “Es en la adolescencia cuando aparece la preocupación constante por ser aceptado por los demás, así como una mayor sensibilidad a los mensajes que imperan en la sociedad, como es el de estar delgado”.

    Esta especial vulnerabilidad que aparece en la adolescencia, fue ampliamente abordada en artículo previo, donde se analizaban las causas que influyen en la anorexia nerviosa y los rasgos de carácter más frecuentes que se dan entre las jóvenes anoréxicas.

    Esto, unido a una baja autoestima y una incapacidad para resolver los problemas de forma adecuada, puede determinar la aparición de ciertos trastornos alimenticios como son la anorexia nerviosa y la bulimia.

    La anorexia nerviosa suele afectar a chicas adolescentes
    La anorexia nerviosa suele afectar a jóvenes adolescentes.

    La anorexia nerviosa.

    Definimos la anorexia nerviosa como un trastorno de la alimentación que se caracteriza por dejar de comer de forma voluntaria con el único fin de adelgazar.

    En la mayoría de los casos afecta a mujeres en edades comprendidas entre los doce y los diecinueve años, aunque también se da en adolescentes masculinos, y en adultos. Para quién desee profundizar en el tema de la anorexia le remitimos al artículo: “La anorexia nerviosa: Concepto, historia y diagnóstico“, donde se aborda en profundidad esta patología.

    Hay que dejar claro que la anorexia es un síntoma (es el término médico que define la pérdida de apetito) que aparece en múltiples enfermedades, estados febriles o periodos de estrés de forma temporal.

    “Por el contrario, la anorexia nerviosa es una enfermedad grave”.

    Esta última, la anorexia nerviosa, se caracteriza por una pérdida importante de peso corporal, inducida por el enfermo, y se acompaña de una severa alteración de la imagen corporal que aparece distorsionada.

    Historia de la anorexia nerviosa.

    Aunque tendemos a creer que la anorexia nerviosa es una enfermedad propia de nuestra civilización y de los tiempos actuales, no es así, pues ya hay descritos casos de anorexia nerviosa en la Grecia clásica, en ceremoniales litúrgicos que implicaban un ayuno extremo.

    En la Edad Media el fanatismo religioso dio lugar a expresiones como “la santa anorexia”. A través del ayuno y la mortificación del cuerpo, los ascetas y los anacoretas buscaban la expiación de los pecados y los bienes espirituales de la otra vida. El santoral católico está lleno de ilustres nombres que perdieron la vida, cambiando la comida por la santidad.

    A finales del siglo XVII se empezó a estudiar este cuadro como una enfermedad propiamente dicha. Se describieron dos casos que se diagnosticaron de “consunción nerviosa”.

    “Nueve de cada diez enfermos son mujeres, generalmente adolescentes”.

    En cuanto a la prevalencia de la enfermedad, los diferentes autores no se ponen de acuerdo. Parece claro que la enfermedad va en aumento y ha pasado del 0.3%  de la población, a finales del siglo pasado, a un 1% en la actualidad.

    Es decir, una de cada 100 adolescentes desarrollará anorexia nerviosa. En cuanto a la bulimia las cifras son más elevadas. Se calcula que un 2.5% de personas desarrollará bulimia en algún momento de su vida.

    Deformación de la imagen corporal en la anorexia nerviosa
    Hay una deformación de la imagen corporal en la anorexia nerviosa.

    Cómo reconocer a una anoréxica adolescente.

    • Pierde demasiado peso.
    • Tiene una preocupación constante por hacer dieta a causa del profundo miedo que siente al aumentar de peso.
    • Usa laxantes y diuréticos en abundancia.
    • Aumenta el ejercicio físico, pudiendo llegar a la hiperactividad.
    • Tiene una imagen distorsionada de su cuerpo, viéndose gorda aunque esté extremadamente delgada.
    • Presenta ausencia de la menstruación.
    • Es perfeccionista y muy exigente consigo misma.
    • Experimenta fuertes sentimientos de soledad, depresión, desamparo, inseguridad y aislamiento social.
    • Presenta cambios de humor frecuentes.
    • Miente respecto a lo que come, diciendo que ha comido más de lo que realmente ha comido, y puede tirar o guardar la comida.

    La bulimia.

    La bulimia es un trastorno de alimentación que se caracteriza por episodios en los que, de forma recurrente e incontrolada, se consume gran cantidad de alimentos con alto contenido calórico en muy poco tiempo.

    Esta constante preocupación por no ganar peso hace que, detrás de esos atracones, se provoquen vómitos, utilicen laxantes y diuréticos y practiquen ejercicio físico de forma excesiva.

    “La paciente bulímica, tras los atracones de comida, frecuente recurre a provocarse el vómito o al uso de laxantes”.

    Las comilonas se producen en periodos de estrés y van acompañadas de ansiedad. El estado de ánimo es depresivo. Aparecen sentimientos de culpa durante y después de los atracones.

    Cómo reconocer a una adolescente bulímica.

    • Aparentemente su peso es normal, aunque puede engordar y adelgazar en poco tiempo. Tiene una preocupación excesiva por su imagen corporal.
    • Hace dietas muy restrictivas y hay un incremento en el ejercicio físico que realiza.
    • Se da atracones de comida de forma incontrolada y en secreto.
    • Se provoca vómitos.
    • Consume laxantes y píldoras dietéticas.
    • Presenta estados de ansiedad e inquietud, y sentimientos depresivos.
    • Tiene dificultades para establecer relaciones sociales.
    Rechazo voluntario de alimentos en la anorexia nerviosa
    Existe un rechazo voluntario de alimentos en la anorexia nerviosa.

    Cómo tratar la anorexia y la bulimia.

    Frecuentemente, la anorexia presenta episodios bulímicos. Son enfermedades que necesitan una intervención médica y psicológica. Según el estado del enfermo estará o no indicado el ingreso hospitalario.

    El tratamiento de estas pacientes debe ser multidisciplinar: médico, nutricionista y psicológico. Con frecuencia, deben ser hospitalizadas”.

    El tratamiento debe ir encaminado a:

    • Restablecer las carencias nutricionales y la ingesta normal de alimentos.
    • Normalizar la imagen corporal y corregir las distorsiones que puedan estar relacionadas con la alimentación.
    • Enseñar estrategias que le ayuden a ser capaz de afrontar situaciones de estrés.
    • Mejorar la autoestima y la adaptación social y familiar.

    Qué puede hacer la familia en estos casos.

    Si vuestro hijo manifiesta el deseo de perder peso, es importante escucharle. Tal vez tenga razón y puede ser beneficioso perder algún kilo, siempre bajo supervisión médica.

    Si empezáis a observar el tipo de conductas descrito anteriormente en vuestro hijo, es imprescindible que solicitéis ayuda profesional inmediatamente, ya que el negar en principio que pueda existir un trastorno alimenticio puede empeorar la situación.

    “Es importante comprender, que se trata de una enfermedad, y no de una cabezonería para no comer”.

    Los padres deben saber, que es necesario seguir todas las recomendaciones profesionales, ya que se van a convertir en una parte fundamental del tratamiento de su propio hijo.

    Es importante plantear temas de conversación que no tengan que ver exclusivamente con la comida ni con el aspecto físico.

    Será conveniente que evitéis los comentarios críticos y el control excesivo sobre vuestro hijo.

    A modo de resumen sobre la alimentación infantil.

    Quizás, lo mejor que podamos decir, a modo de conclusión, sobre la alimentación infantil es que:

    “Una alimentación completa, variada y equilibrada es esencial para la salud”.

    Desde pequeño, tenéis que enseñar a vuestro hijo a saber comer y comportarse en la mesa de forma adecuada. Debe aprender a disfrutar de los momentos de la comida para relacionarse con el resto de la familia.

    Cuando observéis anomalías en torno a su alimentación es importante acudir a un profesional cualificado.


    Referencias bibliográficas.

    • Chinchilla, A.; Calvo, R.; Rodríguez, B. y Zamarron, I.; “Anorexia y Bulimia Nerviosas”.
    • Dio Bleichmar, E. (2000). Anorexia/bulimia. Un intento de ordenamiento desde el enfoque Modular-Transformacional. En “Aperturas Psicoanalíticas”, Nº 4. Enlace
    • Dowling, C.; “Mujeres Perfectas”.
    • Raich, R.; “Anorexia y Bulimia: Trastornos alimentarios”. Enlace.
    • Saldaña, C,; “Trastornos del comportamiento alimentario”.
    • Turon, V.;  “Trastornos de la alimentación”.

    Autor.

    Gerardo Castaño Recuero

    Gerardo Castaño Recuero trabaja como psicólogo y psicoterapeuta en el Centro “Nuestro Psicólogo en Madrid”. Ha estudiado Psicología en la Universidad Pontificia de Comillas en Madrid. Posee el título de Máster en “Terapia Focalizada en las Emociones” (TFE). Ha realizado el curso Master de “Clínica y Psicoterapia Psicoanalítica”.


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