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Claves de la atracción: ¿Cómo influye la personalidad en el atractivo?

Claves de la atracción. ¿Cómo influye la personalidad en el atractivo?

¿Conoces las claves de la atracción? Según un estudio publicado en el Journal of Sexual Medicine, bastan menos de dos segundos para procesar la apariencia del otro. Esto implica que la atracción sexual se produce de manera automática e instintiva, independiente del razonamiento y únicamente a través de la apariencia y del lenguaje corporal.

En un artículo anterior se explicó qué factores físicos influyen en la atracción sexual, pero ¿qué papel tiene la personalidad en la atracción?

Las claves de la atracción a corto y a largo plazo.

Es evidente que el factor genético juega un papel importante en la percepción del atractivo.

«No obstante, la personalidad puede condicionar el atractivo físico y, por lo tanto, el comienzo y el mantenimiento de una relación de pareja: ¿cuántas personas han empezado una relación amorosa tras un periodo de amistad?, ¿cuántas han roto al darse cuenta de su incompatibilidad?».

Ejemplo de ello es un estudio en el que aproximadamente seiscientas mujeres heterosexuales clasificaron el atractivo de las fotografías de unos hombres: para las relaciones a corto plazo, las mujeres se decantaron por hombres con rostros más típicamente masculinos; mientras que para las relaciones a largo plazo prefirieron a aquellos hombres con rostros aparentemente más femeninos.

Esto se debe a que, si bien los rasgos más varoniles (p. ej. con una mandíbula grande y pómulos salientes) se relacionan con buenas características hereditarias como un sistema inmune fuerte, también se han relacionado con personas menos dispuestas a invertir su tiempo en las relaciones personales, lo que influiría negativamente en la relación de apego con su posible descendencia.

Estos resultados reflejan la idea de que, aunque el físico influye en la elección de la pareja (especialmente en los hombres, pues son más visuales), una parte importante de dicha atracción guarda especial relación con dos rasgos psicológicos: la competencia (inteligencia y habilidades sociales) y la calidez (ser amigable, afectuoso, alegre y considerado).

En cuanto a los recursos materiales, el poder y el estatus, se ha encontrado que son elementos que incrementan el atractivo de los hombres en mayor medida que el de las mujeres.

Cómo se juzga el atractivo del otro teniendo en cuenta tanto el plano físico como el sentimental.

Las teorías del intercambio social presentan las relaciones interpersonales desde un punto de vista economicista: qué se invierte frente a lo que se obtiene, teniendo también en cuenta lo que se deja de ganar. Así, la decisión de establecer o de mantener la relación depende de lo que uno percibe que aporta el otro (p. ej. atractivo físico, afecto, dedicación, prestigio, diversión…).

De esta manera, la teoría de la independencia de Thibaut y Kelley propone que el grado de atractivo depende del beneficio percibido en base a los siguientes dos criterios: el nivel de comparación y la comparación de alternativas.

Atractivo físico y sentimental
Claves de la atracción: Atractivo físico y sentimental

El nivel de comparación se refiere a aquellos beneficios que la persona considera que merece o que puede obtener; mientras que la comparación de alternativas hace referencia a la calidad y cantidad de las posibles alternativas que la persona considera disponibles.

«Así, cuando la persona percibe que no puede conseguir una relación más satisfactoria, el atractivo de su potencial pareja aumenta».

Por último, destacar que las características más valoradas también suelen ser las más difíciles de conseguir, motivo por el que se tiende a sentir atracción por aquellas personas más valoradas dentro del nivel en el que se espera ser correspondido. Bajo esta premisa, la hipótesis del emparejamiento ha intentado dar explicación a por qué las personas tienden a hacerse pareja de otras con un físico similar.

La importancia del bagaje emocional en la atracción.

Aunque existen ciertos factores genéticos y psicológicos implicados en la atracción, éstos no determinan por sí mismos la selección final. De hecho, la elección de pareja depende de un proceso subjetivo complejo en el que se fusionan la evolución, la cultura, la razón, las experiencias propias, etc.

«Como es lógico, las experiencias románticas pasadas hacen que uno aprenda a valorar qué necesita en una relación y qué está de más, así como a ser más realista con respecto a las posibilidades existentes».

No obstante, poco se habla de la importancia que tiene el vínculo que se desarrolló con la figura de apego. En este sentido, desde la perspectiva psicoanalítica se destaca que, aunque el «yo» consciente siente atracción por las cualidades positivas que se anhelan, el «yo» inconsciente se siente atraído por las cualidades que le hirieron.

Según esta teoría, las personas buscan sanar sus heridas de la infancia vinculándose con una pareja que podría causar un daño similar, no sólo porque es una personalidad con la que uno está acostumbrado a tratar y sabe desenvolverse, sino porque proyecta en ella esa carencia de la figura de apego, buscando que finalmente decida aceptarle y amarle.

Bagaje emocional en la atracción.
El bagaje emocional también influye en la atracción.

¿Es cierto que los polos opuestos se atraen?

En un principio, el sentirse atraído por una persona opuesta sigue una lógica de complementación en la que el uno posee aquellas cualidades que el otro necesita. Siguiendo esta lógica, una persona extrovertida se sentiría atraída por una tímida, a la que ayudaría a aprender a relacionarse con mayor soltura.

La teoría de la semejanza.

No obstante, científicos de la Universidad de California desmontaron la teoría de los polos opuestos cuando en un experimento pidieron a novecientos setenta y ocho estudiantes heterosexuales de entre dieciocho y veinticuatro años que identificaran las características que consideraban importantes en una pareja para analizar en qué grado coincidía con las suyas propias.

Los resultados confirmaron lo que se conoce como la teoría de la semejanza. Esta teoría explica que cuanto más se parece uno a la otra persona mayor agrado le genera, pues:

«El compartir las mismas opiniones causa aprobación hacia el otro, ya que supone confirmar las propias creencias y, por ende, reforzar los propios valores».

Tanto es así, que independientemente de la edad y del grupo cultural, las personas más semejantes suelen sentir una mayor atracción entre sí, pues dicha interacción sirve para reforzar el propio autoconcepto. Curiosamente, al contrario de lo que se podría pensar, este efecto también tiene lugar cuando la persona está atravesando una depresión o sigue un patrón de conducta tipo A (competitiva, ambiciosa y con alta implicación laboral).

Esto se debe no sólo a que la semejanza genera un afecto positivo, sino a que también supone sentirse comprendido.

Si bien esto no tiene por qué aplicarse a todos los aspectos de la otra persona, sí que es fundamental compartir aquellos valores más arraigados y la forma de entender la vida y las relaciones (p. ej. a nivel ideológico o religioso), pues sino habrá problemas en el futuro.

En resumen, la semejanza actitudinal tiene un papel más decisivo en el mantenimiento de la relación que en la elección inicial; en cambio, la semejanza en la personalidad resulta menos decisiva, pudiéndose buscar la complementariedad.

Las claves de la atracción: La teoría de la semejanza
Claves de la atracción: La teoría de la semejanza

¿La atracción suele ser mutua?

Al ser humano le disgusta el desequilibrio y el no ser capaz de ganarse el afecto de alguien.

La teoría de la reciprocidad.

Lo habitual es sentir atracción por aquellas personas a las que también se gusta, con las que se puede garantizar un intercambio mutuo de simpatía y cariño. Así la teoría de la reciprocidad explica que:

«Este agrado del otro hacia uno mismo expresado principalmente mediante la comunicación no verbal lleva a sentirse bien, pues el ser aceptado genera emociones positivas».

Cabe destacar que dicha teoría se sustenta en cierto modo en la llamada teoría de la consistencia cognitiva, que explica que ser semejante a una persona y no sentir atracción por la misma supone un desequilibrio, por lo que ha de gustar cuando es semejante y disgustar cuando es diferente.

Asimismo, la teoría de la gratificación de la atracción también explica que uno tiende a sentirse atraído por aquellas personas a las que se relaciona con situaciones placenteras, de manera que, si una persona se muestra agradable, se tiende a percibir como más atractiva de lo que podía parecer inicialmente.

Atracción recíproca
Claves de la atracción: La atracción suele ser recíproca

Excepciones a la teoría de la reciprocidad.

Sin embargo, existen ciertas excepciones a la teoría de la reciprocidad. Por ejemplo, cuando la persona tiene alguna característica negativa adicional, pertenece a un estatus inferior o cuando se está con alguien que tiene una actitud diferente que aporta algo novedoso y digno de aportar a la relación.

También está el denominado efecto de lo difícil de conseguir, que es la tendencia a decantarse por personas altamente selectivas en sus relaciones sociales, sintiéndose menos atraído por aquellas poco restrictivas.

Esto se puede explicar por la teoría de la reactancia, que describe que las personas desean aquello que les es prácticamente imposible de conseguir porque sienten que se les está restringiendo su libertad para elegir.

No obstante, lo habitual es mostrar preferencias por aquellas personas medianamente selectivas, aunque el efecto Romeo y Julieta puede llevar a las parejas a sentir un mayor atractivo interpersonal ante la oposición del entorno a la relación. Esto último puede deberse, en parte, a que las situaciones de excitación emocional alta son más propensas a generar atracción.

¿La capacidad empática despierta atracción por el otro?

Un estudio de la Universidad de Lübeck afirma que la clave del atractivo no es tanto el físico o la personalidad, sino más bien la capacidad para comprender las emociones e intenciones de los demás.

En una muestra de noventa personas pusieron vídeos de mujeres expresando sentimientos de miedo o de tristeza. A continuación, los participantes tenían que adivinar cómo se sentía la mujer y qué nivel de confianza tenían en sus respuestas.

Paralelamente, los investigadores midieron la actividad del área de recompensa cerebral, llegando a la conclusión de que cuanto más certero era su análisis emocional, mayor atracción sentían por la mujer.

«En resumen, cuando las personas son capaces de procesar de manera eficiente las emociones ajenas su propio sistema de recompensa cerebral se disparará, lo que generará atracción por el otro».

¿Por qué los hombres con personalidad antisocial pueden resultar atractivos?

En psicología se conoce como tríada oscura el conjunto de personalidades narcisistas, psicopáticas o maquiavélicas. Estas personalidades se dan con mayor frecuencia en los hombres que, en este caso, tienen en común la actitud despótica y soberbia.

El narcisista es aquel individuo que se considera especial y superior a los demás, exigiendo un trato preferente y un excesivo reconocimiento de éxitos que pueden no ser realmente tales. Por su parte, la persona con psicopatía carece de empatía, por lo que considera las relaciones como un medio más para obtener sus propósitos, mostrando un encanto superficial. Por último, el maquiavelismo es la tendencia a manipular las relaciones en beneficio propio, por lo que se trata de personas dotadas de una gran inteligencia emocional.

«Leyendo las anteriores descripciones, puede resultar sorprendente que diversos estudios hayan relacionado estos perfiles con un éxito sexual superior a la media, resultado altamente atractivos».

Este incremento en el éxito social y en las relaciones sexuales -habitualmente esporádicas- se debe a que los rasgos antisociales suponen el alto control sobre uno mismo, lo que les permite dar una imagen ideal de sí mismos y manipular a su potencial pareja.

No obstante, tal y como se ha comentado en el anterior apartado, sólo aquellas mujeres con un perfil similar a la tríada oscura serían capaces de mantener una relación con estos hombres a largo plazo. De hecho, según un artículo publicado por British Journal of Psychology, la mujer valora el altruismo a la hora de elegir pareja sexual, algo que no hace el hombre. Esto puede deberse a la evolución humana, ya que las mujeres buscaban en el hombre asegurar la protección y recursos para su progenie.

Referencias bibliográficas.

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  • Regader, B. (s. f.). ¿Por qué las mujeres prefieren a los tipos duros? Psicología y Mente. Enlace.
  • Ricaldoni, J. A. (2019). ¿Cómo funciona la atracción física entre hombres y mujeres? Huffington Post. Enlace.
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  • Ubillos, S., Páez, D. y Zubieta, E. (2004). Relaciones íntimas: atracción, amor y cultura. En D. Páez, I. Fernández, S. Ubillos y E. Zubieta. Psicología social, cultura y educación (511-536). Madrid, España: Pearson Prentice Hall.

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Mª Victoria O. Valls - Psicóloga Clínica

M.ª Victoria Orbe Valls es psicóloga general sanitaria.

Está graduada en Psicología por el CES Cardenal Cisneros (Universidad Complutense de Madrid), cuenta también con los másteres de Psicología General Sanitaria (Universidad Antonio de Nebrija) y Sexología Clínica y Terapia de Parejas (Instituto Superior de Estudios Psicológicos), así como con formación en Mindfulness y grafopsicología.

En la actualidad compagina su actividad como psicóloga con la divulgación científica.