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Primera sesión de psicoterapia: Preguntas y dudas más frecuentes

Dudas en la primera sesión de terapia

La primera sesión en terapia puede generar innumerables dudas. En ocasiones, estos interrogantes pueden ser tan importantes que provocan una gran ansiedad al sujeto, haciendo que éste, al final, decida no acudir a su primera cita con el psicólogo.

Las dudas que pueden surgir son muy variadas. Una de las principales se refiere al desconocimiento del proceso terapéutico, así como de los resultados de iniciar una terapia. Esta inseguridad y las dudas antes de acudir a un profesional de la salud mental son totalmente normales y frecuentes. Siempre es recomendable e importante resolverlas lo antes posible.

Las preocupaciones, dudas y temores de la persona hacia la terapia pueden generar dificultades si no son atendidas. Es razonable, por tanto, tratar este tipo de cuestiones con total normalidad y de la forma más natural posible ¡No importa si sabemos muy poco sobre terapias! Consultando al profesional siempre aprenderemos algo más.

Ciertamente es muy recomendable identificar las áreas que nos hagan sentir más inseguros, pues éstas merecen una mayor exploración por parte del paciente y del terapeuta. En este artículo revisaremos algunas de las preocupaciones y cuestiones que suele tener la población general con respecto a la psicoterapia. Resolver estas cuestiones puede ser muy útil, pues no es infrecuente que las personas que se sienten confusas durante su proceso tienen más probabilidades de abandonar prematuramente el tratamiento.

Si se abordan estas dudas, las preocupaciones del individuo van reduciéndose rápidamente, casi con toda probabilidad. Además, no todos los individuos experimentarán cada una de las cuestiones que se enumerarán (aunque son dudas muy comunes). Nos referiremos a las más típicas y representativas que pueden surgir y mantenerse durante el proceso.

Mi primera sesión en terapia: ¿Qué necesito saber?

Lo más esencial que debemos tener claro es que nosotros somos los protagonistas de nuestro proceso. El psicólogo nos ayudará en el mismo, pero nuestra energía debe estar focalizada en nosotros mismos. No hace falta que llevemos nada preparado de antemano, preparemos un discurso elaborado, pensado sesudamente en lo que iremos a decir.

«La primera sesión suele ser una sesión de contacto».

El psicólogo nos comunicará su forma de realizar terapia, qué corriente sigue, los tiempos y fases de la misma, honorarios… Y el paciente expone su problema, aquello que le inquieta, de la forma más sincera y clara que sea posible.

Estar nervioso al principio es algo totalmente natural, pues, aunque la persona que tenemos delante es un profesional, no deja de ser un desconocido. Siempre que tengamos dudas sobre algo que el profesional diga es muy recomendable preguntar. De hecho, a lo largo de este artículo se insistirá mucho en este punto clave.

Primera consulta de psicoterapia: Miedos y preguntas
(1) – La primera sesión de psicoterapia es una toma de contacto

 

¿Pero, realmente necesito terapia?

La mayoría de las personas son conscientes de los problemas que les están afectando. Pero no saben si estos serán “igual de importantes” para los demás. No es raro que muchas veces se tenga la experiencia de haber sido deslegitimizados, ignorados, llamados exagerados… a la hora de pedir ayuda. Y esto hace que podamos minimizar el impacto del sufrimiento que nos originan estos problemas.

No es raro que ciertos individuos tengan el temor de que sus dificultades sean percibidas como algo insignificante por parte del terapeuta. A veces podría confundirse con falta de motivación en psicoterapia, pero lo cierto es que cuando nos afecta un problema más “aceptable”, desde un punto de vista social, éste suele presentarse como lo que es: Un problema que afecta a diario a la persona y del que no se sabe salir.

Todos, en algún momento hemos pasado por una situación que ha puesto a prueba nuestros recursos emocionales y físicos. Y en ocasiones, éstos se ven superados por las circunstancias. No pasa nada, no somos infalibles. Nunca está de más pedir ayuda cuando nos vemos incapaces de avanzar en nuestra vida.

No es necesario que vayamos “destrozados” a terapia, para mostrar que nuestro problema es “digno de ser atendido”.

No hace falta necesariamente haber sufrido maltrato, negligencia, graves traumas… para acudir a consulta. De hecho, muchas veces el mismo crecimiento personal, conocernos más a nosotros mismos, el deseo de querer comunicarnos mejor, aprender habilidades sociales, etc. puede ser un objetivo perfectamente válido para acudir a la consulta de un psicólogo.

Duración, honorarios y resultados

Una duda muy común que puede surgir tiene que ver con la duración de la terapia. Esta es una cuestión difícil de acotar puesto que las terapias se prolongan dependiendo de la corriente terapéutica (por ej. en general, el psicoanálisis suele necesitar más sesiones y la psicoterapia breve está focalizada en un número menor de sesiones), el profesional y, desde luego, el paciente.

En cuanto a la duración de las sesiones, estas suelen durar una media de 50-60 minutos, aunque las hay de hasta 90. A veces, para las sesiones de evaluación se utiliza una hora y media. Para el formato de terapia de familia y pareja es necesario en ocasiones invertir hasta 2 horas.

En cuanto a los honorarios, en España el precio se sitúa entre los 40-60 euros de media por sesión. Muchas veces, dependiendo del formato el precio puede variar. Por ejemplo, las sesiones de pareja/familia suelen ser más caras (100-120 euros) que las individuales.

Primera sesión: Precios y Duración
(2) – Primera sesión de psicoterapia – Duración y precios

 

Otra duda razonable es la referente a los resultados de la terapia. Son muchos los estudios que avalan la eficacia de la psicoterapia psicológica, pero aún así, no es raro ver cómo algunas personas se preocupan por los efectos de la misma. Por ejemplo, temen descubrir algo terrible y desconocido para ellos, descontrolarse emocionalmente durante las sesiones, no poder superar un miedo concreto… Es totalmente normal.

La función del profesional es acompañar y ayudar al paciente a gestionar estos temores. Se ha visto que es más probable que el paciente se encamine hacia una mejor salud mental si:

  • Se siente lo suficientemente seguro con su terapeuta como para permitirse “ser vulnerable”.
  • Gestiona y aborda activamente estos temores, pues gracias a ello se facilitará el trabajo terapéutico en gran medida.

¿Cómo se me tratará en la primera sesión?

Es totalmente normal y legítimo tener expectativas sobre el modo en que seremos tratados en la primera consulta de psicoterapia. Como ya se ha mencionado, tomar la decisión de acudir a terapia no siempre es fácil. Existen una serie de barreras (inseguridad, miedo a enfrentarse a los problemas, vergüenza sobre el “qué dirán…”) que dificultan el hecho de acudir con normalidad a la consulta de un psicólogo. Estamos llenos de expectativas y miedos cuando acudimos a la primera sesión y éstos, en parte, pueden fundamentarse en estereotipos o en experiencias previas. Cada uno tiene sus propias ideas sobre cómo es la psicoterapia.

Cuando acudimos a la primera cita con el psicólogo no sabemos nada sobre este profesional. Al poseer pocos o ningún dato sobre esta persona, es normal que nos preguntemos: ¿Puedo asegurarme de que este desconocido (el terapeuta) resultará de confianza?

«Es importante que podamos sentirnos cómodos con quien estaremos trabajando durante algún tiempo».

Por supuesto, esto no se consigue de la noche a la mañana. Pero si nos vamos sintiendo cómodos en la presencia del profesional, si nos sentimos tratados como un ser humano y no como un “caso clínico” determinado y notamos que el profesional es honesto, congruente y se toma en serio el problema, esta inseguridad inicial se irá disipando poco a poco.

Hay que tener en cuenta que, si esto no sucede, es recomendable hablarlo con el profesional lo antes posible. En el espacio seguro que es la terapia pueden hablarse de las dificultades que podemos ir encontrando en el camino. Si éstas se resuelven, la terapia podrá ser mucho más eficiente, positiva y satisfactoria.

Primera consulta: ¿Me entenderá mi terapeuta?

Esta preocupación es otra de las más comunes antes de ir al psicólogo por primera vez. Tiene mucho que ver con las expectativas que tenemos sobre el profesional con respecto a sus valores y capacidad empática. En la mayoría de estos casos, si nos asalta la duda puede ser recomendable expresar nuestros sentimientos sobre la situación y tratar de comprender y asegurarnos que el profesional que tenemos delante es capaz de “ponerse en nuestros zapatos” sin sentirnos juzgados por ello.

«Es normal tener dudas sobre si el profesional será capaz de comprendernos»

Primera consulta - Me comprenderá mi terapeuta?
(3) – Primera consulta: ¿Me comprenderá mi terapeuta?

 

A veces, ayuda que el sujeto analice el modo en el que la sociedad ha influido en sus problemas debido al racismo, sexismo, homofobia… que aún existen, por desgracia, en nuestro entorno. Muchos terapeutas probablemente estén de acuerdo con que puede lograrse algún alivio ayudando al paciente a identificar estas dolorosas circunstancias.

Nuestra cultura ha tratado a menudo de forzar a las minorías étnicas y raciales a adaptarse a la cultura dominante. Cuando la gente es forzada a alejarse de su identidad, su autoestima se encuentra, claramente, en riesgo. Es lógico que esperemos del profesional esta mirada empática y de entendimiento.

¿Podrá ayudarme con el problema que traigo?

En cuanto a si tenemos dudas sobre la capacidad del sanitario, siempre puede solicitar y preguntar por las credenciales del terapeuta (su experiencia, CV, años que lleva trabajando, especialidad…). Es importante que seamos atendidos siempre por un profesional de la salud cualificado y comprometido con nuestro caso. Es una preocupación realista, y aunque la experiencia siempre ayuda, es el vínculo y la implicación activa del terapeuta lo que suele influir más en el éxito terapéutico.

«El éxito en la terapia no depende tanto de la edad del terapeuta como de su formación, motivación y capacidad de forjar buenas relaciones con sus pacientes».

Normalmente, el profesional puede responder francamente a las preguntas de este tipo. Como hemos mencionado con anterioridad siempre es recomendable preguntar por este tipo de cuestiones si albergamos dudas de cualquier tipo. Si embargo, esta duda no suele explicitarse generalmente de forma directa. En varios estudios se ha visto que la percepción de la pericia del terapeuta está relacionada con la probabilidad de que los pacientes vuelvan tras la sesión inicial. De hecho, quienes abandonaban prematuramente la terapia veían a sus terapeutas como alguien menos experimentado que aquellos que la finalizaban con éxito.

¿Y si hay algo que no quiero hacer/decir en sesión?

Esta es otra preocupación muy común en la primera sesión de psicoterapia. Pero hemos de tener en cuenta que el espacio de terapia es un sitio seguro, donde debería primar la confianza y el respeto. Son muy pocos los terapeutas que “fuerzan” a sus pacientes a hacer cosas que van claramente en contra de sus deseos. Bien es cierto, que no pocas veces en sesión hay que trabajar asuntos difíciles para el paciente y no es raro salir removidos. Pero esto no implica que nos tengan que obligar a hacer o decir cosas que no queremos. Muchas veces este temor está basado en el miedo a perder el control del proceso.

Miedo y vergüenza en la primera sesión de terapia
(4) – Primera consulta de psicoterapia: Miedos y vergüenza

 

No obstante, si existe una clara preocupación sobre quién toma la decisión final en terapia (terapeuta o paciente) siempre será el paciente. Podemos incluso decidir tratarnos en otro lugar, con otro profesional, tipo de terapia… Hay infinitas opciones y a veces simplemente no tenemos por qué encajar con todas las formas de trabajo y con todos los profesionales existentes. La sensación de sentirse obligado a seguir con la terapia a pesar de las incomodidades no es tan rara. De ahí la insistencia de comunicar al terapeuta lo que sentimos en cada momento.

¿La terapia puede convertirse en una especie de “adicción”?

La terapia, al ser un proceso continuo y más o menos prolongado llega a formar parte de nuestra rutina. Si además nos facilita a encontrarnos mejor, nos podemos llegar a preguntar, ¿y si termino “enganchado” a ella? Este temor normalmente no suele expresarse en la fase temprana de la terapia. De todas formas, si no nos implicamos en la terapia ésta puede ver reducida su eficacia. Los terapeutas también nos ayudan a manejar este tipo de cuestiones. Es necesario que nos sintamos cómodos y tranquilos durante las sesiones. Si tenemos en la cabeza la preocupación de que “podemos volvernos adictos”, no nos dejará estar tranquilos y la tensión entorpecerá el proceso.

«Es normal, de alguna manera necesitar (sobre todo, al principio) acudir a terapia de forma regular».

Esto no nos tiene que convertir en unos “adictos” de por sí. Lo que no podemos negar es que las altas en terapia siempre suponen un duelo, una despedida, no sólo del profesional (al que tendremos más o menos aprecio), sino de esa rutina que nos embarcaba prácticamente cada semana en un viaje por nuestra mente, emociones y pensamientos.

Es importante clarificar qué supone para cada paciente el verse “dependiendo” de alguien (o algo) para poder trabajarlo. De lo contrario es probable que pasemos por una fase de auto-odio que nos impida avanzar en el proceso. El temor a la dependencia no es una debilidad y esta inquietud es más común de lo que las personas suelen creer.

¿Las sesiones serán confidenciales?

La confidencialidad es una de los aspectos más importantes de la terapia. El terapeuta está obligado por su código deontológico a no divulgar los datos de sus pacientes de forma irresponsable. De hecho, son muy pocos los casos donde podría romperse esta confidencialidad: cuando la vida del paciente o de alguien de los suyos peligra, el profesional puede ponerse en contacto con las autoridades pertinentes para poner medidas y promover la seguridad de las personas implicadas. De todas formas, el paciente suele estar avisado de estos casos (que suelen ser excepcionales y raros).

«Por norma general lo que se habla en terapia, se queda en terapia. Es el paciente quién decide contar a los suyos aquello que se trata en sesión».

Las consultas de psicoterapia se rigen por el secreto profesional
(5) – Las consultas de psicoterapia son confidenciales

 

Eso sí, siempre que sea mayor de edad. Los padres, al ser responsables de los menores a su cargo deben conocer por lo menos lo que se trabaja en sesiones (aunque no tanto el contenido explícito). En los casos de adolescentes más mayores, la confidencialidad es algo más compleja. Pero es igual de importante expresar nuestras inquietudes al respecto con el profesional de turno. Es recomendable si sentimos que la confidencialidad puede ser puesta en peligro comunicar nuestra visión sobre la misma al terapeuta.

Conclusiones sobre la primera sesión de terapia

Las dudas relacionadas con la psicoterapia, y muy especialmente con la primera sesión, son naturales. Normalmente están conformadas por una mezcla de realidad, mito y proyección. Los temores y preocupaciones tienen que ver con los propios deseos, miedo a la dependencia, nivel de autoestima o necesidad de control de cada uno. Cada caso es un mundo, por lo que es muy recomendable poner al corriente de nuestras dudas al profesional que nos atienda. Las preguntas que realicemos serán percibidas (en general) como parte de un proceso natural por el cual todos los individuos, se aseguran para sí mismos un espacio confortable, confidencial, seguro y ordenado.

Las preocupaciones no son algo que tengan que ser necesariamente eliminadas tan pronto como se pueda, sino que más bien son empleadas, tanto por el terapeuta como por el paciente, como una de las maneras de entender la forma de ser de este último. El tiempo que se dedica a resolver las dudas del paciente sobre la terapia es un aspecto más de su particular proceso.


Referencias Bibliográficas


Autora.

Sofía Rodríguez Pantoja

Sofía Rodríguez Pantoja es Graduada en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid. Ha cursado el Máster en Psicología General Sanitaria y el Máster en Psicoterapia Humanista Experiencial y en Terapia Focalizada en la Emoción en la Universidad Pontificia de Comillas. También está formada en psicoterapia EMDR y terapia breve por la Sociedad Española de Medicina Psicosomática y Psicoterapia (SEMPyP). Fue voluntaria en el Centro Joven de Atención a la Sexualidad en Madrid (CJAS Madrid). Actualmente está cursando el Experto en Trastornos Alimentarios por la SEMPyP.

Twitter: @Sofia_psico.


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Sofía Rodríguez Pantoja

Sofía Rodríguez Pantoja es Graduada en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid.
Ha cursado el Máster en Psicología General Sanitaria y el Máster en Psicoterapia Humanista Experiencial y en Terapia Focalizada en la Emoción en la Universidad Pontificia de Comillas.
También está formada en psicoterapia EMDR y terapia breve por la Sociedad Española de Medicina Psicosomática y Psicoterapia (SEMPyP). Fue voluntaria en el Centro Joven de Atención a la Sexualidad en Madrid (CJAS Madrid).
Actualmente está cursando el Experto en Trastornos Alimentarios por la SEMPyP.